Durante años el contenido era el rey en Internet. Proporcionarle un buen contenido a tus usuarios propiciaba el mantenerles enganchados a tu página por unos cuantos buenos minutos, asegurarte que volvían en unos días, conseguir algunos enlaces a tu web y darle un empuje extra a su posicionamiento en buscadores.
En estos momentos no basta sólo con tener un buen contenido y publicarlo, tienes que elegir además en qué canales hacerlo. No se trata sólo de colgar el artículo en tu web e incluirlo en la newsletter, ahora también tienes que valorar en cual de tus perfiles de las redes sociales incluirlo.
¿Porqué no podemos incluirlo en todos los perfiles indiscriminadamente si los usuarios de un proyecto correspondan a un sólo perfil? Debemos tener en cuenta que el contexto, donde se encuentra el usuario en ese momento, influye en su comportamiento. Es decir, al igual que tu sigues siendo la misma persona cuando estás pasándolo bien con tus amigos o cuando estás en una entrevista de trabajo seguramente tu conducta no es la misma y no prestas atención a las mismas cosas.
De este mismo modo, un usuario no tiene el mismo comportamiento ni busca las mismas cosas cuando visita tu portal, cuando está leyendo los artículos en tu blog, cuando le llega un tweet tuyo o cuando ve una de tus publicaciones en Facebook. Nos encontramos, entonces, con una nueva variable a tener en cuenta: el contexto. Este contexto hace que el mismo contenido que genera decenas de interacciones en Facebook apenas tenga repercusión en Twitter.
Este contexto propicia que el mismo contenido que recibe unos cuantos comentarios en tu blog genere un par de bajas en tu página en Facebook. Así que ya no es suficiente generar buen contenido, además tienes que pensar dónde vas a publicarlo. ¿Cómo tomar una decisión? Hay varios métodos que pueden utilizarse: prueba y error, comparación con la competencia, seguimiento de páginas populares, encuestas a tus usuarios, etc. Lo mejor es mezclarlos todos y medir los resultados para poder valorar cada una de las decisiones tomadas.
Ok. Ya tengo el contenido, he hecho las pruebas y ya sé donde publicarlo… ¿le doy al botón de “enviar”? ¡Alto! Esto no acaba aquí… ahora tienes que pensar cuando vas a publicarlo. ¿Continuamos en otro artículo?